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Los encuentros con los ocupantes de los ovnis no pueden ser ignorados; son demasiado numerosos…
Doctor J. Allen Hynek.
The Ufo Report.
Fenómeno Ovni / Junio 2023
Monte Perdido 2023

La tarde del sábado 17 de junio fue bendecida por una suave lluvia que abrazó por largas horas el valle pirenaico de Pineta. Ciento sesenta personas de distintos países nos hallábamos allí para compartir un nuevo retiro-taller, en los dominios del imponente Monte Perdido.

El día anterior habíamos disfrutado de un cielo nocturno completamente despejado que nos permitió escudriñar el manto cósmico. Con facilidad identificamos varias constelaciones y el paso claro de distintos satélites. Y, en medio de todo ello, también fuimos testigos de la aparición de al menos cuatro objetos no identificados que arrancaron vivos comentarios de los asistentes por su curioso comportamiento. Uno de estos objetos aceleró, lanzó un potente destello blanco-azulado, volvió a apurar su marcha y desapareció de improviso.

Aclaro que no se trataba de un “contacto programado”. Solo estábamos llevando a cabo los protocolos de resonancia en una salida de campo: ejercicios basados en la meditación combinados con la atenta observación del cielo. Desde luego, este tipo de eventos generan gran expectativa. ¿Algo más puede ocurrir?

Arriba: explanada de las reuniones.

 

El grupo reunido para las prácticas de resonancia.

 

“No se queden con el caramelo de mirar el cielo”, le dije luego a todo el grupo. “Intuyo que ahora viene algo más poderoso, pero será interior”.

Y así fue.

Lo sentí con mucha fuerza cuando empezó a caer la suave lluvia del sábado.

Entonces nos congregamos en el salón de reuniones del camping Pineta y en ese espacio intentamos una comunicación con “ellos”.

Comparto el breve mensaje que recibí.

Monte Perdido, 17 de junio de 2023. 23:14 horas.

Ivika en comunicación, escribe.

Estamos unidos a través del campo de energía mental que han alcanzado.

La búsqueda del contacto con nosotros es semejante a la realización de la paz mundial: ambos caminos requieren constancia, convicción y disciplina. ¿Están dispuestos a darlo todo para conseguirlo? Nuestra presencia, real y tangible en este mundo, es un elemento menor en la ecuación. Solo somos parte de un complejo entramado que procura la evolución solidaria de las especies del cosmos.

Nos referimos, en este caso, a nuestro propósito y misión, ya que hay distintas agendas ahora mismo confluyendo en el plano-Tierra.

La búsqueda del contacto, pues, se halla animada por una gran fuerza vital y un desbordante interés intelectual, curiosidad, y también recuerdos y proyecciones personales. Coloquen esa energía, con el mismo vigor e ilusión, en lo trascendental, en los pasos que los pueden conducir al encuentro con el otro, con el hermano humano, con la semilla para instaurar la paz.

Sobre tu consulta, tengan precaución –como ya lo han advertido– con las engañosas noticias que circulan sobre nosotros y nuestras manifestaciones en los cielos de la Tierra. Solo se está intentando ocultar, por más tiempo, que no están solos.

No somos arquetipos de la mente humana.

No somos un “fenómeno parafísico”.

Somos reales, como ustedes.

Deseamos una comunión de paz en el mundo.

Ivika

 

Instantes después, una serie de ideas y visiones se sucedieron a esta transmisión, fluyendo con mayor velocidad, sorprendiéndome. Anoté lo que pude en mi cuaderno de campo para no olvidarlo. Este fragmento final de la comunicación no lo leí en el salón del camping Pineta por tratarse de indicaciones precisas para próximos viajes e investigaciones, como la pronta expedición al Pariacaca en los Andes peruanos y el retiro en Monte Shasta en Estados Unidos.

Puedo decir que dentro de los puntos sugeridos por los “apunianos” para las siguientes investigaciones se halla un gran perímetro en el Pirineo, una zona que implica el Ibón de Marboré y otros puntos muy conocidos como el Pico Aneto y los alrededores del propio Monte Perdido. Un grupo de investigación ya realizó un primer acercamiento. Yo no estuve presente. Si los vientos de los dioses conspiran, espero estar en el próximo viaje.

Por otro lado, Ivika fue incisiva en remarcar que los militares norteamericanos no han recibido ni hallado ningún “vehículo intacto” de origen extraterrestre, como sostuvo recientemente una fuente de inteligencia en los medios.

“Solo se está intentando ocultar, por más tiempo, que no están solos”, había marcado Ivika en el mensaje psicográfico.

¿Estamos ante otra campaña de intoxicación de información?

Como fuese –dudo que los Estados Unidos revele la verdad a corto plazo–, este nuevo encuentro en Monte Perdido tomó un rumbo distinto a la ufología. Si bien abordamos distintos temas relacionados a los no identificados y las experiencias de contacto, en nuestra reunión prevaleció la importancia del aspecto espiritual que envuelve nuestro camino, que nos empuja a descubrir quiénes realmente somos.

Estas inquietudes nos llevaron a dialogar sobre la consciencia, la muerte y el sentido de existir. Era parte de lo que habíamos programado para este encuentro. Pero las distintas situaciones personales que muchos trajeron a Monte Perdido inclinaron el foco en este asunto. Lo celebro tremendamente.

Diversos asistentes habían perdido recientemente a seres queridos. Y otros, que fueron diagnosticados con enfermedades terminales, decidieron venir al retiro de todos modos para disfrutar del pirineo, los amigos que resuenan en el mismo camino y la magia de vivir el presente. Inspirador y conmovedor.

No había mucho espacio para los ovnis.

El lector me comprenderá.

Como decía Ivika en su mensaje: debemos colocar toda nuestra energía en lo trascendental. Meditamos profundamente en ello. Y es que el contacto es un pretexto. Una herramienta menor. Una escusa para hallarnos en lo más íntimo.

Quiero aprovechar estas líneas para comunicarles que estoy trabajando en un nuevo libro, cuyo título provisorio es “El mensaje del cisne negro”.

Vivencias como la de Monte Perdido han sido fundamentales para su confección. También lo que sucedió en Atacama el pasado mes de marzo (el “cronocontacto” con Ivika). A treinta años de vivir e investigar lo imposible, siento compartir una profunda reflexión sobre lo que ha significado para nosotros esta maravillosa experiencia de contacto, con sus luces y sus sombras, con las caídas y aprendizajes. Y lo que existe más allá de esta vida terrena será protagonista…

De algún lugar venimos.

Y a ese “lugar” volveremos.

"Para conocer la verdad, hay que ser parte de ella"...

En junio de 2024 el cisne hablará…

 

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