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Los encuentros con los ocupantes de los ovnis no pueden ser ignorados; son demasiado numerosos…
Doctor J. Allen Hynek.
The Ufo Report.
Historia Ignorada / Septiembre 2018
Reflexiones de contacto (2018)

 

 Altái-Paititi, 2027, Shasta, 11:11, Uritorco, Rapa Nui

 

1-¿Cuál fue el objetivo de hacer la expedición Altái-Paititi? ¿Por qué unir dos lugares tan alejados?

Fue un “encargo” que recibimos en la expedición al desierto de Gobi del año 2016.  Anteriormente ya habíamos visitado, en dos ocasiones, el Altái ruso (Siberia), en donde reina el pico más alto de esta cordillera: el Belukha. Sin embargo, aún no habíamos explorado la región mongola del Altái en donde se ubica otro pico sagrado, el Huiten: la montaña de la amistad. Es una zona muy especial que atesora secretos milenarios, desde el origen del chamanismo a la devoción de “centros de poder” que fueron marcados con menhires, conocidos por los arqueólogos como “Deer Stones” (Piedras del Ciervo”). El propio Roerich pintó estos santuarios y dejó una clave en sus lienzos. Pues bien, los antiguos clanes chamánicos  asociaban su poder con el símbolo de un animal protector, que en este caso era el ciervo, mensajero de la amistad y la compasión. Seguimos esta pista y ubicamos varios emplazamientos en el Altái mongol, uno en particular que protegía un mensaje vinculado a Chintamani… Nuestra investigación en el lugar y las extraordinarias experiencias que tuvimos en él nos entregó algo que debíamos conectar con el muro de los símbolos en Pusharo, en Perú. Conocíamos desde un principio el objetivo de esta tarea y así lo anunciamos públicamente dos años antes de iniciar el viaje. Todo ha sido increíble. Pero es muy pronto para entrar en detalles. Solo puedo adelantar que hace decenas de miles de años se inició un proyecto genético-cultural en Asia Central con miras a diseminarse por todo el mundo, especialmente en América. De todo ello surge la existencia de la denominada “Hermandad de la Mano Roja”: una herencia genética y mística que ha sido protegida para activarse en el momento programado. Esa semilla se halla en las etnias nativas de América.

Arriba: en las Deer Stones del Altái mongol.

 

2-Debe ser difícil conformar los equipos expedicionarios. ¿Qué criterios usan para armarlos? ¿Qué dificultades han tenido?

No es sencillo. Pero es maravilloso. Desde hace un cuarto de siglo vengo realizando todo tipo de viajes y expediciones y uno nunca deja de aprender. Lo que está claro es que el grupo debe estar preparado en espíritu, mente y cuerpo. En espíritu para vibrar en concordancia con los lugares de contacto a visitar: la intención pura de aquel que busca y camina. En mente para no dejarse llevar por los miedos en situaciones límite durante estas exploraciones. Y en físico para alcanzar ciertos puntos en donde solo tus pies te puedan llevar. Es importante todo esto porque si un expedicionario está enfrascado en sus miedos, sin poder salir de ellos durante una de estas expediciones, además de afectar a todo el grupo nunca entenderá el propósito del viaje y perderá de vista el paisaje completo. Alguna vez nos sucedió y aprendimos mucho de esas lecciones.

Es oportuno remarcar de que no existe un “grupo cerrado de Ricardo González” para estas expediciones. Si bien es cierto disponemos de un equipo base de exploración e investigación -que ya se ha probado en distintos viajes, y que se formó naturalmente-, siempre hemos abierto las puertas a nuevos caminantes, incluso a pesar de que, en algunos casos puntuales del pasado, se nos quiso utilizar para beneficios personales.

Todos las expediciones que hacemos a lugares remotos para investigarlos son financiados con mucho esfuerzo por nosotros. No cobramos por ello ni pedimos donaciones para realizarlos.

Arriba: Muro de Pusharo en la selva peruana del Manú.

 

3-Paititi se suele asociar a grupos vinculados al fenómeno ovni. ¿Por qué? 

Erróneamente se piensa que los grupos de contacto de Perú fueron los primeros en acudir al Manú en este contexto ufológico. Pero lo cierto es que otros contactados ya se habían interesado en esa zona de la selva peruana en la década de los años cincuenta. El pionero fue el norteamericano George Hunt Williamson, a quien he citado desde mis tempranos libros por su papel protagónico en los encuentros cercanos del otro célebre decano de los contactados estadounidenses: George Adamski. Pues bien, con el tiempo Williamson se apartó de Adamski y decidió concentrarse en sus estudios antropológicos. Fascinado por las historias del explorador inglés Percy H. Fawcett, llegó al Perú y se entregó a investigar santuarios andinos, como Marcahuasi –en compañía del Dr. Daniel Ruzo– y diferentes emplazamientos en el Cusco, en donde recopiló información de la gente local sobre el muro de Pusharo. Los símbolos de la roca habían despertado gran interés en Williamson porque se parecían a otros signos que venía siguiendo, vinculados a una lengua cósmica relacionada a los extraterrestres, llamada Solex-Mal –rebautizada “Irdin” en los años ochenta–. Como le quedará claro al lector el origen de todo esto se halla en los años cincuenta. Lo diré sin rodeos: Williamson sentó, pese a quien le pese, las bases del actual contactismo latinoamericano. No obstante, es un gran desconocido para muchos.

Cuando publiqué información relativa a este caso algunos se rasgaron las vestiduras y cuestionaron la investigación de George Hunt Williamson en Pusharo y hasta negaron su viaje a Perú. Pero como bien demostró el investigador francés Michel Zirger –el mayor especialista mundial en todo lo referente a Williamson–, el viaje a Perú no solo ocurrió, sino que Williamson vivió con su esposa durante algún tiempo en el país, recopilando información que más tarde publicará en el famoso “El secreto de los Andes” (bajo el pseudónimo de Brother Philip). Tengo en mi poder grabaciones de audio de conferencias de Williamson y gracias a Zirger capturas del diario de viaje con las anotaciones de todo cuanto vio el grupo expedicionario en Pusharo. En esta expedición de 1957, realizada por contactados norteamericanos en busca del Paititi, empezó todo. “Es una locura que se niegue el trabajo de Williamson en Perú”, me dijo un Zirger alucinado durante una charla telefónica. Ya escribiré detalladamente sobre la verdadera misión de Williamson en mi país…

Arriba: diario de George Hunt Williamson son sus anotaciones sobre el muro de Pusharo.

 

4-¿Sigue siendo Chilca un lugar de contacto?

Lo fue en el pasado, desde tiempos prehispánicos, y lo seguirá siendo.

Chilca en Lima ya era conocida en los años sesenta por sus lagunas milagrosas y por el reporte de avistamientos de extrañas luces, que parecían salir del mar. El primer caso de contacto concreto que conocemos allí fue el que protagonizó la familia Acervo, en su casa de verano ubicada en Papa León XIII. María Soler Arrieta de Acervo empezó a psicografiar, en 1970, mensajes de origen extraterrestre –que eran confirmados con actividad ovni–. Esto hizo que la familia Acervo contactara con el IPRI (Instituto Peruano de Relaciones Interplanetarias) para entender lo que les estaba pasando. Lo que ocurrió más tarde es harto conocido en la ufología latinoamericana: en 1974 surgirá de las entrañas del IPRI el “Grupo Rama”, un importante movimiento de contacto que pondrá a Chilca en el mapa mundial de los lugares  vinculados a los “no identificados”. De hecho, la primera vez que fui a Chilca fue por intermedio del Grupo Rama. Tengo maravillosos recuerdos. La historia de la familia Acervo la conocí después, gracias al investigador local Giorgio Piacenza. Chilca sigue siendo un lugar de contacto, pero las zonas designadas para experiencias de campo se han trasladado desierto adentro, hacia las montañas, debido al crecimiento de infraestructuras y viviendas en la zona.

 

5-¿Dónde se encuentran los tres fragmentos de Chintamani? ¿La Umiña es uno de ellos?

Los tres fragmentos que surgieron de la “Piedra Madre de Orión” habitualmente rotan sus ubicaciones, pero uno de ellos lleva algún tiempo en Paititi, bajo la custodia de Alcir.

En relación a la Umiña, palabra quechua que significa “esmeralda” y que también funciona como un mantra, comparto aquí un fragmento de mi libro “Uku Pacha” (2003):

 

"Un ejemplo de la presencia de los sunkies fue vivido por el inca Huayna Cápac ―padre de Atahualpa―, que en su lecho, cuando se hallaba en agonía de muerte, fue “visitado” por tres de estos pequeños seres que le habrían revelado las misteriosas cualidades de la Umiña: la piedra perdida de los incas. A decir de la tradición andina, se trataba de una piedra verde o esmeralda con poderes extraordinarios que la princesa Quilago ―Túpac Palla, “Señora de Cochasquí”, quien mantuvo una bella historia de amor con Huayna Cápac― entregó en su momento al inca como bendición a su reinado. No obstante, esa piedra mágica habría sido arrojada en medio del ocaso del Impero Inca en la laguna de Yanacocha, en el actual Parque Nacional de Llanganati, para alejar su misterio de los conquistadores. Se dice que Rumiñahui ―general de los ejércitos de Atahualpa― escondió, inclusive, otros tesoros incas de profundo valor en aquella enigmática laguna para alejarlos de la codicia española. Desde luego ―y esto va para los aventureros― no es fácil vencer ese paraje, en parte montaña, en parte páramo, y cubierto de densas nieblas y acompañado frecuentemente de copiosas lluvias. Como bien sugiere Luriano Andrade Marín en su obra “Llanganati” (1933), este enclave permanece oculto de tal manera al Oriente de la Cordillera Real del Ecuador que su situación estratégica parece más obra de malicia humana que de casualidad natural. Personalmente, reemplazaría el término “malicia” por “ingenio”, por cuanto salta a la vista una apropiada medida tomada por los incas para proteger la ubicación de sus tesoros secretos. Aunque, supuestamente, algunos de ellos habrían sido localizados".

NOTA: Un texto intrigante en torno a la Umiña se habría encontrado en 1847 en la amazonía del Ecuador. Se le atribuyó al famoso explorador y naturalista italiano Gaeteano Osculati. Al margen de la historia apócrifa que se difundió ―aquello de que Osculati murió decapitado en la selva por buscar la Umiña, cosa no cierta, pues el explorador falleció en realidad a los 75 años en Milán, el 16 de marzo de 1884, rodeado de su familia―, me llamó mucho la atención el contenido “críptico” del cuestionado manuscrito. Solo por las revelaciones que podría contener reproduje el texto en mi libro, que ha sido copiado una y otra vez en distintos informes que circulan en internet sin citar fuente.

 “...Yo transmitiré a cualquier persona el secreto de la diosa verde, este secreto que me cuesta la vida. Allí está, esta copa fabulosa, tallada en una sola esmeralda y gracias a la que el Inca Supremo captaba todo el poder de las estrellas. Es la más grande esmeralda del mundo. Ella alcanza en mis dos manos abiertas. Está tallada en forma de copa pentagonal. Ella es sagrada, ella es mágica. Permite desplazar montañas pero no salvará la vida de quien la robe. Estoy solo. Mis ojos la velan. Pronto no tendré la fuerza de escribir, la palabra clave, la palabra mágica, es Umiña...”

Este extraño relato en alusión a la misteriosa existencia de la Umiña o esmeralda de los incas nos recuerda inevitablemente ―parafraseando a René Guenón― a la “Piedra del Grial”, que según la leyenda se trataría de una esmeralda que cayó de la frente del mismísimo Lucifer a la Tierra... No hay que despelucarse con esto. Es un símbolo que esconde una historia cósmica.

Como fuere, el supuesto relato de Osculati alude al poder grandioso de aquella piedra de poder, hecho que queda tajantemente descrito en un aparte de su manuscrito que reza:

 “...El que conoce el secreto de la piedra ligera y brillante, obtendrá el don de elevarse como las palomas hacia las alturas de los cielos, será llevado por los aires como el cóndor encima de las montañas sagradas y conocerá la revelación divina por el ala, el fuego y la piedra fundamental...”

Ahora bien, acotemos que existen en realidad diversas Umiñas, como por ejemplo la que estuvo por siglos en la Puerta de Hayumarca… (Tomado de “Uku Pacha, el mundo subterráneo de la Hermandad Blanca", Capítulo IV. GS Gráfica, Buenos Aires, 2003. Autor: Ricardo González).

La "Diosa Umiña", ilustración de Alejandro Elías.

 

6-¿Qué ocurrió en el reciente encuentro en Monte Shasta?

Una experiencia de contacto colectiva, que involucró a noventa personas de quince países. El contexto fue muy particular debido a los intensos incendios forestales en California, que obligaron a las autoridades a cerrar la autopista I5. Estamos hablando del acceso directo que conduce al pueblo de Shasta. En fin, para llegar a la montaña tuvimos que tomar un desvío. En toda la zona se respiraba ceniza. El incendio fue terrible. Esta situación desanimó a muchos de los viajeros que venían a nuestra reunión. En un momento pensamos que seríamos un grupo muy chico. Me sorprendió ver a tanta gente para el contexto que estábamos enfrentando.

En nuestro campamento, afortunadamente, la ceniza no estaba tan presente. El cielo se abrió gracias al viento y disfrutamos de noches estrelladas. La fecha marcada era el 8 de septiembre. “Ellos” respondieron con varios avistamientos, que fueron captados por el skywatcher mexicano Francisco Ayala y por el investigador puertorriqueño Pablo Sierra, del Canal de YouTube Paraterrestre. Sin embargo, lo más extraordinario fue una suerte de burbuja de energía que se “colocó” sobre todo el grupo, dejando en nosotros una sensación de estar dentro de una catedral. Hasta nuestras voces emitían un eco increíble que antes no era perceptible, y que fue aumentando de forma escandalosa desde que la mencionada burbuja nos abrazó. En medio de esa experiencia muchos experimentaron visiones, mensajes, e incluso la observación de luces y siluetas en medio del bosque. Fue extraordinario. Al día siguiente, Ivika, la mujer extraterrestre que está en contacto con nosotros, envió el siguiente mensaje en donde ofreció mayores explicaciones a lo vivido:

Sí, soy Ivika. Nos hallamos aquí. Valoramos que hayan acudido a la cita. Este reencuentro ha sentado las bases para futuras experiencias de contacto. Un nuevo lugar se les ha revelado en la montaña para interactuar con nosotros. Allí diversos grupos serán entrenados en la percepción de energías y la comunicación. Ya lo vivieron anoche. Nos vieron y sintieron. Al ser expuestos colectivamente en este campo de fuerza interdimensional, que permite conectar a grupos grandes de personas con otras realidades, recibieron indicaciones orientadas a comprender las futuras tareas personales y grupales que les involucra. Las evidencias que han obtenido de nuestras operaciones en la zona, como ya te dije, las podrás compartir.

Ustedes generaron esta instancia por confiar en la invitación y acudir al encuentro programado. Por comprometerse con un mensaje que debe trascender el miedo y la comodidad”.

Luego, la mujer “apuniana” agregó:

“Deben saber que ciertos acontecimientos se están gestando en el mundo. Se trata de una tensión no perceptible ahora mismo por ustedes, pero que va en camino de materializarse si sus líderes mundiales toman decisiones equivocadas. Es ese sentido, la relación de los Estados Unidos con la crisis sostenida en Oriente Medio podría ser un disparador. Rusia y Francia, también Reino Unido, tendrán un papel importante, y todo ello girando en torno al reloj que marca la tierra en donde se asienta el antiguo centro sagrado que llaman Jerusalén.

Recuerden que la paz en la Tierra depende de la sana convivencia con uno mismo y con los demás. Sabemos que de cara a ciertos acontecimientos mundiales hablar de una futura paz planetaria parece un sueño imposible de concretar. Pero ya han aprendido que una semilla de esperanza en acción lo afecta todo. Sigan siendo esa reacción en cadena que puede entregar luz y disipar las tinieblas, abriendo los caminos.

El mensaje de Monte Shasta fue confiar. Confiar en un Plan Superior y en lo que están haciendo. Esa es la clave para lo que viene. No están solos…”

(Monte Shasta, 9 de septiembre de 2018).

Vídeo con los avistamientos: https://www.youtube.com/watch?v=OwF2JYHk3w4

 

7-¿Por qué en tu libro “Las Enseñanzas de Erks” pones en duda de que Ángel Cristo Acoglanis se entrenó en el Tíbet? ¿No fue así como halló "Los Terrones" como lugar de contacto?

Ya he hablado antes de este asunto. Al principio yo también lo creí, porque me fie de personas cercanas a él. Pero luego descubrí de que fue un mito que el propio Acoglanis difundió –ignoro con qué cometido–; este relato más tarde será alimentado por sus seguidores. Ahora bien, “Los Terrones” fue desde siempre un lugar de misterio y especial. Fue su antiguo dueño, el riojano Don Ramón Verón, quien le abrió las puertas del lugar a Acoglanis y le reveló ciertos misterios.

Hoy en día hay un debate absurdo: si “Los Terrones”, Ongamira o el Cerro Uritorco –solo por citar algunos lugares emblemáticos de la zona–, son más o menos importantes “energéticamente”. Un delirio: toda la región es un inmenso cuadrante de misterio. Nunca hay que quedarse con la foto, hay ver la película entera.

Para entender lo que realmente significa esta maravillosa región de Punilla hay que investigar el legado de los pueblos originarios. Ellos fueron los pioneros y auténticos contactados. Nada empezó aquí en los años ochenta como algunos creen. Venía de antes. No en vano mi querido Fabio Zerpa habló sobre todo esto en conferencias en el Cine-Teatro Enrique Muiño de Capilla del Monte en la década del setenta.

 

8-El autor brasileño Trigueirinho ha partido. ¿Qué piensas de su obra?

Es de público conocimiento de que no comparto la forma de manejarse de la Comunidad de Figueira. Respetuosamente, considero de que se transformó en una religión. No comulgo para nada con ello. Dicho esto, nadie puede negar que Trigueirinho inquietó a muchísimas personas en la búsqueda espiritual y la investigación de los misterios subterráneos, sobre todo en la década de los años noventa con el asunto “Erks” a la cabeza –información que le fue proporcionada originalmente por el ya citado Ángel Cristo Acoglanis–. Trigueirinho fue sin duda uno de los grandes personajes esotéricos de Sudamérica. Que su retorno a la fuente sea en paz.

 

9-¿Qué piensas sobre aquello de que se cerraron varios observatorios solares en el mundo para que se evitara dar a conocer un evento cósmico que vinculaba al Sol el 9 de septiembre?

Falso. No se cerraron varios observatorios solares en el mundo. El caso concreto fue en el Sun Spot de Nuevo México, en donde acudieron agentes del FBI, despertando con ello un sinfín de teorías de conspiración. Pero ahora se sabe las verdaderas causas de la intervención de las autoridades. Pues bien, la Asociación de Universidades para la Investigación en Astronomía (AURA), que administra el observatorio afirmó en un comunicado que había estado cooperando con una investigación policial por una actividad delictiva detectada en sus propias instalaciones. El jefe del observatorio dijo: “Reconocemos que la falta de comunicación mientras la instalación fue evacuada era relativa y frustrante para algunos ya que no podíamos brindar detalles. Sin embargo, nuestro deseo de proporcionar información adicional tuvo que ser equilibrado contra el riesgo de que las noticias alertarían al sospechoso y eso impediría la investigación policial”. Yendo al grano, los documentos de la corte federal que reposan en el  Tribunal de Distrito de Las Cruces, indican que el trasfondo del cierre del observatorio fue por un caso de pornografía infantil, no solo limitado al consumo sino también a la distribución de la misma. No hubo, pues, ni el avistamiento de Nibiru ni la apertura de un portal dimensional en el Sol, sino un delito humano y lamentable.

Ver: https://es.gizmodo.com/fin-al-misterio-del-cierre-del-observatorio-en-nuevo-me-1829195291

 

10-¿Es cierto que el 11 de noviembre (11:11) se abrirá un portal cósmico?

Toda reunión de meditación por la paz mundial es positiva. Pero aquello de los “portales dimensionales” del 11:11 es un asunto complejo que merece revisarse con calma. Surgió en la Convergencia Armónica de 1987 como una iniciativa para alcanzar la “masa crítica”, un estado de consciencia colectivo que podría afectar, positivamente, el futuro de la Tierra. Fue la canalizadora californiana “Solara Antara Amaa-Ra” quien se alzó como la principal promotora de estas primeras reuniones místicas, que en su día convocaron a decenas de miles de personas en distintas partes del mundo, generando con ello una nueva creencia en el movimiento New Age. Desde la primera convocatoria que tuvo como eje a Egipto, el 11 de enero de 1992, estas multitudinarias reuniones se han reeditado por todo el globo bajo la iniciativa de distintos personajes. Pronto se empezó a decir que el 11:11 era un disparador cósmico, y que estas convocatorias lograrían, con el concurso de la gente meditando y orando, abrir puertas hacia mundos superiores. Ciertamente el poder de la intención es extraordinario. Creo en ello. Somos co-creadores, sin duda. Pero de allí a afirmar que se abrirá un portal solo porque en el calendario gregoriano coincide el día 11 con el mes 11, es un disparate. 

Solara en Egipto, en el evento 11:11 de 1992.

 

11-¿Qué opinas del libro “Gog” de J.J. Benítez y su supuesta llegada en 2027? ¿Tiene relación con la conferencia que diste en Barcelona sobre 2012-2025?

Son muchos los testigos de contacto que han recibido información sobre un posible evento catastrófico en el planeta, generado por la presencia de un cuerpo de origen celeste. En mi primer libro, “Los Maestros del Paititi”, compartí uno de los sueños que se me repetían desde niño y que volvieron con fuerza en la adolescencia:

“En aquellos días, al levantarme de la cama luego del descanso, recordaba con total claridad un sueño donde aparecían escenas de una gran catástrofe. En las imágenes veía a la gente correr desesperadamente mientras los edificios se derrumbaban como si de naipes se tratara; en el cielo, teñido de un rojo intenso, se apreciaban dos soles…” (“Los Maestros del Paititi”, Capítulo I. Lima, 1998)

En una experiencia posterior, ocurrida en el año 2000 en el desierto peruano de Chilca, pregunté sobre esta visión, y se me contestó “agosto de 2027”. Desde entonces he tratado de comprender todo esto, hasta que tuve una reunión con Juan José Benítez en Madrid. Allí me quedó claro que muchos investigadores venían rastreando a “Gog”, como le llama Juanjo.

Algunos piensan que el libro de Juanjo es una broma, o un “test” hacia sus lectores, una suerte de experimento sociológico. He escuchado de todo… Solo él sabe lo que hay detrás de su reciente libro. Lo que puedo decir en base a mi propia experiencia son dos cosas: Gog no es una broma. Y aquello se puede evitar. De esta información que recibimos en la experiencia de contacto extraterrestre surgió aquello del “periodo de prueba” de trece años, que abarca desde 2012 al 2025, como una oportunidad de superar ciertos eventos planetarios y geopolíticos con el fin de evitar, siempre según los extraterrestres, lo que podría ocurrir en 2027. Presenté esta información en una conferencia en la Casa del Libro de Barcelona en mayo de 2012 –evitando hablar de 2027 por razones obvias–, y el vídeo de esta ponencia en YouTube superó el millón de reproducciones. Penosamente algunos se han colgado de esta información que dimos a conocer para tejer sus propias teorías. Pese a la advertencia de Gog –que va más allá del contactismo contemporáneo, por cuanto hay viejas profecías que hablan insistentemente de ello–, tengo una visión optimista sobre el futuro. No soy amigo del catastrofismo, sino del poder intrínseco del ser humano para poder modificar su futuro al punto de afectar la órbita de un asteroide, aunque suene increíble. Nada ocurrirá en 2027. 

 

12-¿Volviste a ver a los “apunianos”?

La última vez que los vi “cara a cara” fue el 27 de septiembre de 2016 en el desierto de Atacama, en Chile.

 

13. ¿Qué piensas sobre Isla de Pascua? Hace poco volviste allí. ¿Es parte del continente de Lemuria?

En mis libros he hablado detalladamente de los misterios de Rapa Nui. Siempre he remarcado de que hay una confusión enorme entre Lemuria y Mu. Lemuria se habría situado en la parte sur oriental de África y Madagascar. De hecho, el nombre “Lemuria” fue acuñado en el Siglo XIX por naturalistas ingleses para definir un posible puente terrestre en esa región del océano Índico: el hábitat de los primates Lemures (de allí viene el nombre). Mu, es un término confuso que surgió en la misma época de mano de las teorías del viajero y arqueólogo británico Augusto Le Pongleon y posteriormente de su coterráneo el Coronel James Churchward, quien trazó paralelismos entre la cultura Rapa Nui y el perdido continente del Pacífico.

En este nuevo viaje a Isla de Pascua recibimos el siguiente mensaje:

Ciertamente, el Reino Rojo del Pacífico no era un continente, sino un complejo de islas, algunas muy importantes, que tenían comunicación e intercambio entre sí, hasta que llegó la catástrofe. El lugar que llaman Rapa Nui es un remanente cultural de aquel reino. Pero comprendan de que no están sobre una isla exactamente, sino sobre una montaña volcánica rodeada por el mar que no está totalmente dormida, pues en sus raíces fluye aún la fuerza que en su momento saltó hacia la superficie. Es un gran vórtice natural que empleamos como puerta de entrada y salida…” (Antarel, 23 de septiembre de 2018, Rapa Nui).

Si le hacemos caso a la tradición de los indios hopi, los supervivientes de esa catástrofe que hundió Mu (Kasskara para los hopi, Hiva para los rapa nui), fueron rescatados por seres de las estrellas que se movían en “escudos volantes”. Los supervivientes, según refirió en 1971 el líder nativo hopi, Oso Blanco, al investigador Joseph H. Blumrich, ingeniero de cohetes de NASA, fueron “trasladados” a tierra firme. Entre algunos de los lugares que el anciano hopi mencionó, se hallaba Monte Shasta.

Arriba: con el grupo de viaje en la reciente incursión en Rapa Nui, Septiembre 2018.

 

Arriba: petroglifo de "Make Make", el "dios creador" de la humanidad según el mito rapa nui.

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