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Los encuentros con los ocupantes de los ovnis no pueden ser ignorados; son demasiado numerosos…
Doctor J. Allen Hynek.
The Ufo Report.
Fenómeno Ovni / Septiembre 2019
CONTACTOS EN MOUNT SHASTA (2019)

Este nuevo viaje a los Estados Unidos ha sido uno de los más ricos en información y experiencias que recuerde. Una gira que me llevó por los estados de Florida, Colorado, Nuevo México y California, a caballo entre la difusión, el contacto y la investigación.

En este último aspecto debo resaltar nuestra entrevista personal con el Sargento de Primera Clase Clifford Stone, quien nos recibió en su casa de Roswell para charlar sobre sus polémicas afirmaciones de participación en la recuperación de accidentes de naves extraterrestres. Me refiero a otros casos como el legendario de Roswell que lo involucraron no solo en los Estados Unidos, sino también en Vietnam, guerra de la que es veterano. En fin, el expediente Stone, tan difundido en grandes congresos de ufología y en la red a raíz del recordado Disclosure Project, me exige, por ahora, guardar un momentáneo silencio y reflexión, pues debo cruzar toda la información obtenida en Nuevo México –en donde estuve indagando otros casos conexos–, para por fin dar a conocer mis conclusiones, sin apuro ni apasionamientos. Agradezco la paciencia. Solo diré, por ahora, que aunque llegué con gran escepticismo a la reunión con Stone, hubo algo que me ha convencido de que este hombre no miente. Al menos en el fondo de sus afirmaciones. Hay nueva información. Y ello es inquietante. En un próximo artículo lo examinaremos.

Clifford Stone y Ricardo González en Roswell.

 

Contacto en la montaña blanca

El punto final de esta intensa gira sería Monte Shasta. Como todos los años, llevamos a cabo allí nuestros talleres-campamento de contacto. Unas ciento veinte personas de distintos países (procedentes de Europa, Canadá, diversas ciudades del interior de los Estados Unidos y numerosos países de Latinoamérica) nos reunimos al pie del dormido volcán. Fue un reencuentro maravilloso que contó con la participación de la reconocida periodista del fenómeno ovni Paola Harris.

Desde hace unos veinte años visito Monte Shasta. Y debo decir que nunca nos hemos marchado con las manos vacías, pues este asombroso lugar de contacto siempre tiene alguna sorpresa reservada, una experiencia, un mensaje, una enseñanza.

La noche del 31 de agosto asomó la primera.

Eran las 22:15 hs cuando nuestro amigo Ignacio González, oceanógrafo mexicano y apasionado de la astrofotografía, configuró su Nikon D5200 sobre el trípode. Su intención era tomar una fotografía que pudiese captar el hermoso cielo estrellado de esa noche. Optó por unos veinte segundos de exposición y me pidió que me colocara frente a la cámara para hacer una prueba. “Esta foto quedará muy bonita, tal vez te animes a publicarla en algún libro”, me dijo bromeando “Iñaki”.

Me tomó dos fotografías. Pero ocurrió algo extraño con una de ellas…

Sorprendidos, la imagen revelaba una luz blanca azulada surgiendo en medio de la nada. Descreído, le pregunté a Ignacio y al grupo allí presente si no habían visto a nadie con una linterna,  lo que sea, que pudiese explicar la luz captada en cámara. “En absoluto”, me dijeron alucinados. “Todos estábamos atentos a la foto que te estaban tomando y detrás de ti solo se veía el bosque de pinos, oscuro, ninguna luz”, me aseguraron. “Ricardo, detrás de ti estaba todo oscuro”, me insistió mi amigo Raymundo Collazo de Uruguay mientras seguía escrutando la extraña fotografía en la pantalla led de la cámara. Entonces insistí en hacer una prueba. La idea era que alguien del grupo, con una potente linterna en mano, se coloque frente a la cámara, alumbrando en nuestra dirección. Diego Barrera de Miami se ofreció para el experimento. Entonces me convencí: ni situándose a solo quince metros de la cámara lográbamos el mismo efecto… Misterio. La cámara de Ignacio había captado una luz  “anómala” que ninguno de los quince testigos que se hallaba allí, –atentos y observando en mi dirección–, pudo detectar.

 

Al día siguiente, domingo 1 de septiembre, volvimos al mismo lugar: la explanada de Sand Flat. Durante esa noche iniciamos nuestras prácticas de resonancia y contacto para intentar una comunicación con “ellos”. El resultado fue positivo, pues obtuvimos la respuesta a través de varios avistamientos que fueron captados por el Skywatcher mexicano Francisco Ayala (imágenes que están en edición para ser compartidas posteriormente en un clip de vídeo). Paola Harris y otros investigadores allí presentes fueron testigos. Otros, atónitos, constataban en sus aplicaciones y en tracking en tiempo real de sitios web especializados en satélites que todo cuanto estaba sobrevolando sobre nuestra ubicación no tenía explicación convencional. La ISS no era visible. No había destellos Iridium visibles. Y, lo más importante: esos objetos se iluminaban, en diversas ocasiones, “respondiendo” el estado de ánimo del grupo. Incluso algunos volando en paralelo, en formación.

Arriba: Francisco Ayala fue el cronista de los eventos UFO en Monte Shasta.

 

En medio de todo esto pude psicografiar el siguiente mensaje:

 

Comunicación 1 de septiembre de 2019

Monte Shasta, California.

Sí, soy Ivika.

Como en otras ocasiones hemos seguido de cerca todo cuanto han venido compartiendo y profundizando sobre la experiencia de contacto con nosotros.

Nuestra relación con ustedes, si bien es limitada debido a nuestras reglas de acercamiento y atendiendo la especial coyuntura de aprendizaje de la humanidad (que no debemos alterar demasiado), ha avanzado, ya que logramos concretar la entrega de importantes indicaciones y conocimientos de gran utilidad que han podido poner en práctica, constatando en el tiempo que todo se cumplía con precisión. Sin embargo, nuestra injerencia en este aspecto no puede ser sostenida por mucho tiempo. Y es que en la medida que el programa evolucione nuestro intercambio con ustedes debe dar, también, un paso hacia delante, orientado a la consagración de la consciencia y poniendo en ejercicio todo lo que han aprendido. 

Para algunos de ustedes somos “guías” y “orientadores”, una suerte de maestros o fuente de sabiduría; pero no se confundan, pues predestinado es el futuro de la especie humana como parte de una luz que puede iluminar y guiar, inclusive, a quienes creían sus maestros. En esta etapa somos nosotros quienes procuramos asistirles porque el futuro nos hermana. Ya han comprendido que todo cuanto sucede en la Tierra genera consecuencias en otros planos. Pero no somos, en realidad, sus maestros. Solo somos un puente, como ustedes.Un enlace en este proceso de intercambio, de contacto y unión, que poco a poco va madurando camino hacia la esperada fase de crecimiento.

Ese crecimiento es evaluado por momentos, pasos, etapas, que muchas veces se sincroniza con eventos marcados por nosotros, encuentros en donde se desarrolla la evaluación, entrega de pautas e información para el futuro accionar.

Shasta, como otros puntos en el mundo que ya conocen, seguirá siendo uno de los lugares de entrenamiento para todos aquellos que decidan acudir a su llamado. Pero recuerden que otros escenarios, aún inéditos para ustedes, se están abriendo y revelando para sumarse a esta dinámica. Recuerden que en estos encuentros pactados de mutuo acuerdo se produce un profundo enlace telepático entre nosotros. De esta forma cada uno de ustedes se integra a una comunión de consciencia en donde son estimulados, afectados positivamente, y dotados de todo cuanto necesitan para continuar con su proceso. Estas reuniones constituyen algo más que un evento de contacto. Es un poderoso fluir de energías que deben saber interpretar.

Mis impulsos telepáticos llegan a ti. Son decodificados por tu mente de acuerdo a tu bagaje de conocimientos y educación, y luego son transferidos a la escritura para materializar el mensaje. Pero deseamos puntualizarles que más allá del espejismo de la palabra escrita, detrás de los signos, hay un mecanismo sutil de activación que marca la hora de despertar. Atiendan ello.

Este año 2019 no es importante: todos los momentos que están viviendo son importantes. No se distraigan en supuestas fechas y falsas expectativas que puedan alejarles del verdadero trabajo, que conlleva la constancia de estar despiertos.

Solo estamos transmitiendo y sembrando en ustedes lo previamente acordado.

En Atacama, como ya les dijimos, cerrarán un gran círculo y entonces terminarán de empezar lo que dispuesto está.

No descuiden su preparación. Y no exijan nada que no estén dispuestos a asumir con auténtico compromiso, dedicación, constancia y responsabilidad. Exíjanse a ustedes mismos.Pues he allí la llave para enrumbar el destino personal, colectivo y planetario. Los cambios en las líneas de tiempo son posibles pero deben estar dotados de esa consciencia. Y consciencia es saber decidir, caminar y concretar.

Les enviamos nuestro sentir fraternal a todos los aquí presentes.

Ya nos vieron en el cielo. Pero también estamos dentro de ustedes.

Ivika

Podrán volver a Shasta el 11 de septiembre de 2020”. 

 

Luego hubo otras experiencias en la montaña. Personales y directas con “ellos”. Sus protagonistas me han pedido guardar silencio. Hasta que estén listos para hablar.

No estamos solos…

Arriba: Con Suyapa y Luis Ochoa, grandes amigos que vienen apoyando nuestros encuentros en Shasta.

Arriba: parte del grupo que participó del taller-campamento de contacto. Gracias a todos.

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