Pasamos buena parte del encuentro en el bosque de Sand Flat. Habíamos hecho base en un espacio abierto que nos permitía estar abrazados por los impresionantes pinos de Shasta. Un escenario natural increíble. Allí transcurrieron profundas charlas sobre diversos temas y también prácticas de resonancia. Así denominan los seres que nos contactan a la combinación de ejercicios de visualización, meditaciones, sonido y aplicación de patrones mentales fundamentados en la geometría para crear las mejores condiciones de receptividad y contacto.

Arriba: uno de los mágicos claros del bosque de Monte Shasta.

 

Como todos los años, intentaríamos una comunicación con “ellos”. Un mensaje que, además, pueda estar confirmado con una manifestación visible.

Para sortear curiosos que suelen vigilar nuestros campamentos a distancia, esperando la noche para acercarse e infiltrarse (en una ocasión fueron tantos que hicieron duplicar el número de los participantes, y por poco se nos fue de las manos por la excesiva expectativa y desorganización), decidimos cambiar a último minuto nuestro lugar de contacto. Todo nuestro campamento se movilizó a través del bosque por un sendero que ya conocíamos para alcanzar un nuevo claro, poco frecuentado, en donde intentaríamos la comunicación. Los curiosos llegaron a Sand Flat y no nos encontraron. Confundidos, apuntaban sus linternas en todas las direcciones.

Con los años, largos años en este camino, procuro aprender de los errores y alejarme del circo que se genera en torno a las experiencias de contacto, en donde abundan los caza ovnis, los detractores, los delirantes y también los oportunistas. Más de una vez grupos ufológicos que conocían la fecha de nuestras salidas de campo en Shasta, organizaban otra paralela en el lugar, prometiendo a sus seguidores que verían ovnis... Si ocurría algún fenómeno, como previamente se nos había indicado en mensajes confirmados con meses de anticipación, estos improvisados grupos se lo atribuían. ¿Cuándo se entenderá que estas experiencias no tienen “dueño”? ¿Cuándo se podrá integrar este fenómeno desde la perspectiva del despertar de la consciencia y no desde el show?

Nos acomodamos en el claro y llevamos a cabo las ya referidas prácticas de resonancia. Tuvimos entonces algunos avistamientos que emocionaron a los presentes, especialmente el de un objeto que avanzó zigzagueante en el cielo estrellado, enviando poderosos destellos blancos y azules que parecían responder a los punteros láser.

Y fue aquí que recibí la siguiente comunicación psicográfica:

 

Mount Shasta, 27 de agosto de 2022.

Sí, Ivika en comunicación, escribe.

Próximamente los científicos de la Tierra darán a conocer un importante hallazgo en el sistema Alfa Centauri. Paulatinamente se irá preparando a la humanidad para una gran revelación ligada a los planes de “El Arca”. Si bien esa línea de tiempo sigue ganando fuerza y posibilidad, hemos registrado otros eventos generados por la actual especie humana que están “moldeando” la realidad, creando así nuevas instancias para que el proceso de aprendizaje no sea interrumpido y pueda completarse en armonía.

Como les transmitimos en Monte Perdido, sostengan su participación creando realidades positivas para el planeta, especialmente en el hemisferio norte. En el periodo invernal se podrían acelerar los vientos de guerra, implicando el uso de peligrosa tecnología que afectaría, gravemente, protocolos y acuerdos a escala cósmica que tienen como misión la protección de la humanidad. Insistimos en que aun se puede corregir el curso de los acontecimientos. Lo saben.

Ivika.

 

Sí, Antarel.

Para los grupos de tarea en comunicación con nosotros, seguimos confiando en ustedes. Han venido realizando una gran labor. Sin embargo, los grupos de trabajo, tal y como ahora están conformados, sufrirán una mutación, una autodefinición. El espectro se está ampliando. Otros componentes han sido activados. Esta etapa les exigirá más, pero nuestro apoyo será proporcional. En agosto de 2023 podrán llevar a cabo la expedición a..., antes de volver a Monte Shasta.  Otros puntos serán conectados, pero ajustándose a la nueva agenda y sus variantes.

Luego del mensaje, varios participantes de este campamento se me acercaron para informarme de la aparición de unas “siluetas de luz” en medio del bosque. Presté atención y ciertamente allí estaban, moviéndose lentamente a través de los árboles. Curiosamente, quienes las vieron, no se animaron a acercarse.

Luego de esta experiencia volvimos muy contentos al campamento base. Había sido el corolario de una estupenda convivencia en Shasta.

Mientras me dirigía a mi tienda, recordaba el “recado” que una mujer de Los Ángeles me había traído. A boca de jarró me lanzó: “Carlos Quintanilla, que estuvo contigo en el contacto con Antarel de 2014, al lado de Paola Harris, no pudo venir pero me dice que estés atento, que volverás a ver al guía apuniano en Shasta, en este campamento”.

Qué decir...

Más allá de mi aprecio y confianza en Carlos, todo el mundo siempre espera que me vuelva a encontrar físicamente con “ellos”, algo que no ocurre desde la expedición al Valle de la Luna (Atacama, 2016).

¿Lo vas a intentar? ¿Te vas a adentrar en el bosque?, me consultó Sol ya dentro de la tienda. No, mi amor –le dije a mi esposa–, no he tenido ninguna confirmación de “ellos” para un contacto directo. Me voy a dormir...

Y sin mayor demora, me introduje en el sleeping bag.

 

Un “sueño” con Antarel

Recuerdo que de pronto me encontré despierto en medio de la gran explanada de Sand Flat. Sentí que era temprano, pero aún se veían las estrellas. Confundido, ya que la experiencia era totalmente lúcida, real, me preguntaba si había salido de la tienda, o si estaba “soñando”.

Identifiqué el lugar exacto de mi “aparición”: estaba en el claro en donde había tenido el contacto del año 2012. El mismo lugar en donde Paola Harris tendría el suyo en 2014. Resultaba evidente que ese punto del bosque es “especial” para estos seres.

Entonces distinguí a Antarel, vestido con su clásico buzo metálico, un enterizo que parecía ser de color plata y no tan gris oscuro como en otras ocasiones.

“Necesitamos decirte algo”, me habló, mentalmente, el gigante de aspecto nórdico.

Entonces me transmitió una serie de sensaciones, imágenes e informaciones que me cuesta “pasar a palabras”, pero haré un intento:

 “Sabemos que muchos están percibiendo el conflicto de fuerzas que se apodera del mundo. Nosotros no estamos ajenos a esta situación y hemos tenido que modificar nuestros programas y acciones. Algunas cosas han cambiado, pero el objetivo final se halla incólume, y hacia él caminamos. Deben confiar y seguir adelante. Deben tener en cuenta que en medio de la polarización muchos caerán en un remolino de confusión y los tiempos son tan cortos y las decisiones tan apremiantes que no podrán detenerse mucho tiempo para intentar sacar de su cerrazón mental a quienes decidieron abandonar el camino, hundidos en sus propias sombras y miedos.”

“Esta situación planetaria ha activado a un grupo de seres que ya se encontraban aquí. Tenían esa autorización mientras no se implicaran en los asuntos del hombre. No podrían intervenir ni hacerse visibles. Son primordialmente científicos y exploradores espaciales que por diversas razones, complejas de explicar ahora mismo en la línea de tiempo que ustedes conocen, quedaron varados en la Tierra. Nunca tuvieron una postura a favor o en contra de vuestra especie. Sencillamente realizaban sus estudios bajo el acuerdo de no interferencia. Los conocemos como los “neutros”. Pero el actual contexto de desequilibrio de fuerzas en el planeta, a la par de las acciones irresponsables del hombre, ha empujado a los “neutros” a romper los acuerdos. Esto empezó, gradualmente, hace diez años. Pero este último tiempo hemos detectado una ampliación de sus acciones. Básicamente, se trata de manifestaciones prohibidas, dejándose ver con mayor frecuencia por los pilotos de guerra e incluso haciéndose presentes en los lugares en donde se congregan grupos de contacto. Esta coyuntura se suma a las interferencias ya existentes. Sean conscientes de esta situación y caminen seguros. Ustedes conocen los protocolos de contacto con nosotros. Sigan aplicando esa norma de confirmación y verificación.”

“Estamos con ustedes, permanentemente. Pero debes dar a conocer esta información. Este mensaje se entenderá...”

Entonces desperté, agitado.

Eran como las seis de la mañana. Aún sintiendo mi cuerpo raro, como si mi tienda de campaña fuera el “sueño” y el encuentro con Antarel la palpable “realidad”, lo primero que hice fue ver la hora. Entonces me percaté que el indicador de ritmo cardiaco de mi reloj (un Garmin táctico), marcaba que mi pulso había descendido vertiginosamente a 35 latidos por minuto momentos antes de despertarme...  Y con el sobresaltó de salir de ese “sueño” galopé a los 114 latidos...

Al parecer, mi pulso de desplomó durante la “experiencia” con Antarel. Fueron unos minutos en mi “tiempo”...

Le saqué una foto, que comparto a continuación.

Ahora bien, desde hace mucho ya estaba al tanto de la existencia de los “neutros”, pero el detalle que aportó el apuniano me impresionó.

Por si esto fuera poco, luego de la visita a Shasta, un reconocido investigador me escribe para comentarme que había tenido acceso a una fuente en Estados Unidos que le aseguró que una parte de los avistamientos reportados por los militares corresponde a tecnología de una civilización extraterrestre que conocen como los “neutros”...

Enmudecí...

Por ahora, es todo lo que puedo decir.

Creo que debemos estar atentos.

 

Un mensaje de Ivika.

El 21 de septiembre, ya de regreso en Capilla del Monte, recibí el siguiente mensaje psicográfico:

Sí, soy Ivika.

Ahora, que te encuentras en tu hogar, descansando e integrando todo lo que has vivido en este intenso proceso de conexiones, experiencias y aprendizajes, es el momento de recordarte que no están solos. Aunque ya lo saben, es oportuno remarcarlo.

En este instante convergen muchas líneas de tiempo. Percibirán que son observados. Formas de inteligencia y ecos de todo lo que se ha removido. Es parte del espiral de manifestaciones que se ha puesto en marcha. Serán más conscientes de ello. Pero ustedes estarán en el centro de ese lienzo interdimensional de información. Serán espectadores privilegiados: los observados serán también observadores. Y en esa instancia hallarán las respuestas que necesitan.

La tarea en Mount Shasta ha sido muy importante, como todo lo que han realizado en tantos lugares del mundo a lo largo de décadas. Se lo recordamos porque sabemos que a veces les resulta difícil comprender, con el raciocinio humano, la trascendencia y sentido de todo cuanto han venido realizando.

Los grupos de contacto en el mundo deben adquirir mayor consciencia de cada viaje, de cada conexión y aprendizaje que los han involucrado, porque en estas experiencias se han movilizado poderosas energías que liberan conocimientos. Conocimientos, recuerdos, indicaciones, que trabajaron en grupo y supieron difundir. El mensaje de cambio para el gran público tiene nuestro aval y apoyo, pero no subestimen las informaciones específicas para los grupos de tarea, porque en ellos recae el trabajo específico de acceder a los terminales de información: recibir, interpretar y descodificar para luego sembrar.

Hasta aquí, todo lo que han llevado a cabo ha sido extraordinario. Valoramos que hayan seguido adelante pese a las pruebas, incluso de continuar en medio de la niebla de dudas que surge en tiempos difíciles y apremiantes. Mas lo que ahora se aproxima es distinto. Se les exigirá mayor constancia. Lo que antes pudo haberles funcionado para llegar a los objetivos hoy no les será suficiente.

Para compensar este nuevo contexto, incrementaremos la asistencia, pero esta será proporcional a su compromiso, que no solo debe ser mental, sino basado en el trabajo, la responsabilidad con el camino y la coherencia en sus pasos. Por ello, que no les sorprenda si algunos miembros de los grupos de tarea son dados de baja en servicio y otros caminantes son activados. No olviden que el Plan Mayor no se basa en “quiénes”, sino en los “por qué” y “para qué”.

Confíen. No están solos.

Es urgente ratificar los pasos en pos de un destino de esperanza para la especie humana. No estamos separados. Uno somos.

Ivika

 

El 23 de noviembre, en la altiplanicie andina de Marcahuasi, en Perú, Ivika amplió la información a través de un nuevo mensaje:

Sí, soy Ivika.

El año de la fluctuación mayor y su eco-espejo ha traído consecuencias, desencadenando eventos y creando posibilidades que se proyectan a través de vuestra línea de tiempo.

Este periodo de prueba ha fortalecido a muchos, pero también ha potenciado la confusión y el desorden en la mente del hombre. Debido a esta situación fuerzas desconocidas, inteligencias no humanas, orquestan sutiles movimientos de energía enmascarados en las buenas intenciones de los caminantes que, sin saberlo, entregan su fuente psíquica a hoyos dimensionales que son abiertos, alimentando así la matriz mental de la interferencia. Es parte de la pugna de fuerzas. La “guerra de los dioses”,  como enseñan las viejas historias andinas, que  en el pasado aprisionaron las voluntades y destino de los seres. Esos “dioses”, pues, son fuerzas inteligentes.

El camino del ser debe ser libre, en paz, en coherencia, sin seguir a nada ni a nadie. En la dependencia yace el error y la trampa de estas interferencias.

Hace miles de años, en esta región de los Andes, hubo una gran conflagración. La luz prevaleció pero para mantener el orden instaurado fue necesario la desaparición de esos “dioses”. Es decir, el hombre debía caminar solo y entender que nadie es realmente maestro de nadie, sino que se debe conformar una gran comunidad de almas que camine el plano-Tierra  de forma solidaria. Así debe ser, sin caer en los espejismos del ego.

En tiempos ancestrales, al este de esta meseta existió una comunidad sagrada, asentada en la región de las lagunas glaciares. Esa comunidad conoció el mensaje de Pariacaca. Hoy en día, las comunidades mentales y de acción en superficie la constituyen los grupos de tarea que, en silencio, recorren los terminales de información, activando, recordando, para que este compendio sea liberado en su momento perfecto. Y ese momento está alcanzando la cúspide.

Vemos el horizonte.

Y los Andes representarán el núcleo de lo nuevo.

Una escuela ancestral marcada por el Plan Mayor.

Sigan el sendero con humildad, amistad, confianza y alegría. Allí encontrarán la base de la unidad en propósito.

Con amor,

Ivika.

 

Ricardo González y su esposa Sol en Marcahuasi, el día del mensaje de Ivika.